Miss Marple ya es anciana y como a toda anciana le gusta leer los anuncios fúnebres en los periódicos. Un día encuentra un anuncio sobre la muerte de un conocido: el Sr. Jason Rafiel, quien había participado con ella en Misterio en el Caribe.Días después, Miss Marple recibe una carta de los abogados del Sr. Rafiel que la invitan a reunirse con ellos. Descubre que su amigo le había dejado una pequeña herencia con la condición de que ella hiciera justicia en relación a un crimen cometido en el pasado, pues siempre la había considerado una Nemesis (Diosa de la Justicia). El problema es que Rafiel no dejó ninguna otra orientación: ¿quién fue el asesino?, ¿quién murió?, ¿dónde?, ¿cómo?, ¿por qué?
Miss Marple comienza a investigar porque es lo que más le gusta hacer en la vida y porque lo considera un deber después de aceptar el dinero de la herencia.
Posteriormente le llega otra carta que explica que, por voluntad y financiada por el fallecido Sr. Rafiel, deberá participar de una excursión en la que visitará varios jardines y castillos de Inglaterra. Entendiendo que no es más que un señal indicadora de nuevas informaciones sobre el caso, Miss Marple parte.
En el viaje, conoce a varias personas, que a su vez conocían y estaban relacionadas con el Sr. Rafiel y, poco a poco, consigue dar un sentido a la solicitud hecha por el amigo antes de morir: su hijo había sido acusado de un crimen que no había cometido y Miss Marple, con su conocimiento sobre la naturaleza humana, consigue descubrir al verdadero asesino.
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